estado actual y estrategias para su desarrollo
Por Paulo González, Ignacio Alfaro, Catalina Amigo y Camila Martínez
Ciencia, cultura y sociedad son dimensiones intrínsecamente conectadas e interdependientes. Desde hace siglos, la ciencia ha aportado conocimientos y tecnologías que forman parte de nuestra comprensión del mundo y que son parte esencial de nuestras vidas. Sin embargo, su creciente complejidad y especialización ha generado cada vez mayores dificultades para que las personas podamos aproximarnos a ella. Es por esto que la comunicación pública de la ciencia es una interfaz esencial para nuestras sociedades contemporáneas: incide en la calidad de nuestras democracias y las posibilidades de ejercer el derecho ciudadano al conocimiento.
En este marco, la divulgación científica resulta fundamental. Suele ser entendida como un conjunto de prácticas cuyo objetivo es hacer accesible el conocimiento científico a un público “general”. Comprende diferentes actividades comunicativas orientadas a que las personas podamos aproximarnos a las labores científicas; a comprender, interpretar y apropiarnos del conocimiento científico; tomar decisiones informadas; conocer desde nuevos enfoques el mundo que habitamos, entre otros fines. La divulgación científica puede presentarse desde una variedad de enfoques y medios. Las redes sociales, podcasts, charlas, televisión, libros, museos y festivales, entre muchos otros, se han vuelto espacios fértiles para su expansión. Por otra parte, muchos otros actores participan de la divulgación científica, no sólo científicas/os. Actualmente, la divulgación no ocurre únicamente por la intención o deber ético de popularizar la ciencia por parte de las/os científicas/os, sino que es también un requisito de fondos concursables y un campo de interés que excede los límites de la ciencia: es también un objetivo de política pública.
En esta investigación nos hemos enfocado específicamente en los libros de divulgación científica. Nuestro objetivo general fue realizar un diagnóstico del estado y características de los libros de divulgación científica publicados en Chile en el periodo 2015-2020, para la elaboración de estrategias que permitan comprender y potenciar su desarrollo en el ecosistema del libro. Para esto nos preguntamos: ¿cuál es el estado del libro de divulgación científica en Chile?, ¿qué actores del ecosistema del libro y áreas de la industria editorial forman parte de su desarrollo y producción?, ¿qué estrategias editoriales y lingüísticas se utilizan para divulgar el conocimiento científico?, ¿cuáles son los objetivos de la divulgación de la ciencia y qué rol ha de cumplir el libro en ella?, ¿cuáles son los modelos de comunicación de la ciencia subyacentes a los libros?, ¿cómo se presentan los conocimientos y prácticas científicas?, ¿son los libros accesibles para una diversidad de públicos?, y ¿qué estrategias inclusivas presentan para lectores con necesidades educativas especiales o en situación de discapacidad?
Para alcanzar nuestros objetivos, primero nos aproximamos a los libros a partir de la base de datos de la Agencia ISBN Chile, que cuenta con más de 45.000 inscripciones. A partir de una serie de criterios de selección, rastreamos un total de 338 libros divulgación científica con ISBN chileno. Estos libros fueron caracterizados, entre otras variables, por la disciplina científica más fuertemente asociada, utilizando como referencia las categorías disciplinares de la OCDE. Posteriormente, generamos una muestra intencionada de 102 libros, buscando mantener la diversidad y proporcionalidad de las diferentes disciplinas. Esta muestra fue analizada cualitativamente considerando cuatro dimensiones de análisis: los recursos editoriales desplegados, las herramientas lingüísticas utilizadas, las estrategias de inclusión, los modelos de comunicación de la ciencia y elementos científicos dentro de los libros.
Sobre las técnicas y recursos editoriales desplegados en los libros, resulta interesante que se distinguen claramente tipos de libros: los breviarios, centrados en lograr breves acercamientos a temas complejos; los libros informativos, que presentan la información de manera didáctica y estimulante; y las narrativas gráficas, que enmarcan y vuelven “entretenido” el contenido científico. Respecto a las características lingüísticas de los libros estudiados, destaca la alta recurrencia de “nosotros” como fórmula enunciativa. Asimismo, a partir del análisis de tipologías textuales, fue posible identificar una importante presencia de secuencias narrativas que, más allá de las secuencias explicativas y descriptivas, usualmente asociadas al libro informativo, dan cuenta de una diversidad de estrategias y tipos de libros. En términos de inclusión, las estrategias más frecuentes son la utilización de lenguaje sencillo, presentación de preguntas explícitas, oraciones cortas, ejemplos prácticos para conceptos complejos y la utilización de imágenes congruentes con el texto. Entre los modelos de comunicación de la ciencia destaca la presencia de los modelos de alfabetización científica y democratización de la ciencia. Además, en términos de “lo científico”, preocupa el uso de datos sin mayores referencias a fuentes ni bibliografías en los libros.
Esperamos que los resultados de esta investigación constituyan un aporte a los compromisos nacionales para mejorar la comunicación y la comprensión pública de la ciencia y la tecnología. Consideramos que este diagnóstico contribuye a abrir la discusión sobre las estrategias e instrumentos para comprender y potenciar el lugar de los libros de divulgación científica en Chile. Asimismo, esperamos que esta investigación sea un insumo para las políticas públicas y, especialmente, para el trabajo de editoras/es, autoras/es, ilustradoras/es, científicas/os, divulgadoras/es, mediadoras/es de lectura, bibliotecarias/os, libreras/os y otros actores que forman parte activa del ecosistema del libro.
El libro de divulgación científica en Chile 2015-2020:
estado actual y estrategias para su desarrollo
Por Paulo González, Ignacio Alfaro, Catalina Amigo y Camila Martínez
Ciencia, cultura y sociedad son dimensiones intrínsecamente conectadas e interdependientes. Desde hace siglos la ciencia, como una forma del conocimiento, ha aportado conocimientos y tecnologías que forman parte de nuestra comprensión del mundo y que son parte esencial de nuestras vidas. Sin embargo, su creciente complejidad y especialización ha generado cada vez mayores dificultades para que las personas podamos aproximarnos a ella. Es por esto que la comunicación pública de la ciencia es una interfaz esencial para nuestras sociedades contemporáneas: incide en la calidad de nuestras democracias y las posibilidades de ejercer el derecho ciudadano al conocimiento.
En este marco, la divulgación científica resulta fundamental. Suele ser entendida como un conjunto de prácticas cuyo objetivo es hacer accesible el conocimiento científico a un público “general”. Comprende diferentes actividades comunicativas orientadas a que las personas podamos aproximarnos a las labores científicas; a comprender, interpretar y apropiarnos del conocimiento científico; tomar decisiones informadas; conocer desde nuevos enfoques el mundo que habitamos, entre otros fines. La divulgación científica puede presentarse desde una variedad de enfoques y medios. Las redes sociales, podcasts, charlas, televisión, libros, museos y festivales, entre muchos otros, se han vuelto espacios fértiles para su expansión. Por otra parte, muchos otros actores participan de la divulgación científica, no sólo científicas/os. Actualmente, la divulgación no ocurre únicamente por la intención o deber ético de popularizar la ciencia por parte de las/os científicas/os, sino que es también un requisito de fondos concursables y un campo de interés que excede los límites de la ciencia: es también un objetivo de política pública.
En esta investigación nos hemos enfocado específicamente en los libros de divulgación científica. Nuestro objetivo general fue realizar un diagnóstico del estado y características de los libros de divulgación científica publicados en Chile en el periodo 2015-2020, para la elaboración de estrategias que permitan comprender y potenciar su desarrollo en el ecosistema del libro. Para esto nos preguntamos: ¿cuál es el estado del libro de divulgación científica en Chile?, ¿qué actores del ecosistema del libro y áreas de la industria editorial forman parte de su desarrollo y producción?, ¿qué estrategias editoriales y lingüísticas se utilizan para divulgar el conocimiento científico?, ¿cuáles son los objetivos de la divulgación de la ciencia y qué rol ha de cumplir el libro en ella?, ¿cuáles son los modelos de comunicación de la ciencia subyacentes a los libros?, ¿cómo se presentan los conocimientos y prácticas científicas?, ¿son los libros accesibles para una diversidad de públicos?, y ¿qué estrategias inclusivas presentan para lectores con necesidades educativas especiales o en situación de discapacidad?
Para alcanzar nuestros objetivos, primero nos aproximamos a los libros a partir de la base de datos de la Agencia ISBN Chile, que cuenta con más de 45.000 inscripciones. A partir de una serie de criterios de selección, rastreamos un total de 338 libros divulgación científica con ISBN chileno. Estos libros fueron caracterizados, entre otras variables, por la disciplina científica más fuertemente asociada, utilizando como referencia las categorías disciplinares de la OCDE. Posteriormente, generamos una muestra intencionada de 102 libros, buscando mantener la diversidad y proporcionalidad de las diferentes disciplinas. Esta muestra fue analizada cualitativamente considerando cuatro dimensiones de análisis: los recursos editoriales desplegados, las herramientas lingüísticas utilizadas, las estrategias de inclusión, los modelos de comunicación de la ciencia y elementos científicos dentro de los libros.
Sobre las técnicas y recursos editoriales desplegados en los libros, resulta interesante que se distinguen claramente tipos de libros: los breviarios, centrados en lograr breves acercamientos a temas complejos; los libros informativos, que presentan la información de manera didáctica y estimulante; y las narrativas gráficas, que enmarcan y vuelven “entretenido” el contenido científico. Respecto a las características lingüísticas de los libros estudiados, destaca la alta recurrencia de “nosotros” como fórmula enunciativa. Asimismo, a partir del análisis de tipologías textuales, fue posible identificar una importante presencia de secuencias narrativas que, más allá de las secuencias explicativas y descriptivas, usualmente asociadas al libro informativo, dan cuenta de una diversidad de estrategias y tipos de libros. En términos de inclusión, las estrategias más frecuentes son la utilización de lenguaje sencillo, presentación de preguntas explícitas, oraciones cortas, ejemplos prácticos para conceptos complejos y la utilización de imágenes congruentes con el texto. Entre los modelos de comunicación de la ciencia destaca la presencia de los modelos de alfabetización científica y democratización de la ciencia. Además, en términos de “lo científico”, preocupa el uso de datos sin mayores referencias a fuentes ni bibliografías en los libros.
Esperamos que los resultados de esta investigación constituyan un aporte a los compromisos nacionales para mejorar la comunicación y la comprensión pública de la ciencia y la tecnología. Consideramos que este diagnóstico contribuye a abrir la discusión sobre las estrategias e instrumentos para comprender y potenciar el lugar de los libros de divulgación científica en Chile. Asimismo, esperamos que esta investigación sea un insumo para las políticas públicas y, especialmente, para el trabajo de editoras/es, autoras/es, ilustradoras/es, científicas/os, divulgadoras/es, mediadoras/es de lectura, bibliotecarias/os, libreras/os y otros actores que forman parte activa del ecosistema del libro.